«Tubalcain me aedificavit. Hércules me reaedificavit».

Según cuenta la leyenda más famosa de la ciudad, Tarazona fue edificada por Tubalcaín y reedificada por Hércules. Así aparece en el escudo del municipio turiasonense, que desde el siglo XVI incluye esta frase: «Tubalcain me aedificavit. Hércules me reaedificavit».

Hoy desde la Fundación Gutierréz Tapia queremos contaros, de manera breve, la historia y el desarrollo que ha tenido nuestra localidad, cuyo primer nombre fue Triaso, y posteriormente Turiaso para los romanostarazona-fundacion-gutierrez

Historia de la ciudad turiasonense

Aunque existen documentos anteriores, los primeros restos que se han encontrado del municipio son de finales del siglo I (a.C). En época ibérica la ciudad se reducía, únicamente, al actual barrio del Cinto. Tras la conquista romana el perímetro urbano de la ciudad creció extendiéndose hacia el río Queiles.

Romanos, visigodos,  musulmanes y judíos en la vieja Turiaso

Con las posteriores invasiones, en el siglo III, Tarazona es destruida casi en su totalidad. Pero la ciudad turiasonense se resiste a la desaparición y posteriormente, en el siglo VI, se convierte en una de las fortalezas más importantes del estado visigodo.

En este tiempo, el actual templo de San Atilano o de la iglesia de Santa María Magdalena sería la catedral visigoda.

En el año 714 la ciudad es ocupada por los musulmanes y crece notablemente hacia dos zonas, tanto hacia el actual barrio de San Miguel como hacia la zona de la Calle Alta Merced. En esta época los judíos estaban instalados en lo que conocemos como la judería vieja.

Tarazona, territorio fronterizo entre varios reinos.

Posteriormente, en el año 1119 la ciudad fue tomada por Alfonso I, más conocido como Alfonso el Batallador”. Tras la muerte de este rey, la ciudad fue ocupada por las tropas de Alfonso VII de Castilla. Poco después volvió a manos de los aragoneses, pero sufrió varias ocupaciones en este periodo debido a su posición fronteriza entre Castilla y Navarra.

Nuevos barrios en la ciudad

Tras la reconquista, los moros pasaron a establecerse en un barrio de las afueras de Tarazona, llamado Tórtoles, mientras los cristianos crecen en número llegando a la parte más llana de la localidad. Además, se crearon dos nuevos barrios cristianos uno en la calle Mayor y otro envolviendo al arrabal de San Miguel. Los judíos se extendieron hasta la judería nueva.

De la guerra de los dos Pedros a la guerra de sucesión de Felipe V

Años más tarde, en la guerra de los dos Pedros, en 1357, los castellanos ocuparon la ciudad de Tarazona, pero poco después en 1366 fue recuperada por los aragoneses.

A lo largo del siglo XV, Tarazona recuperó la población que había perdido anteriormente, debido a la guerra y a las pestes, y continúo teniendo un papel importante en la defensa de la frontera contra Castilla.  Con la unión de las dos coronas este papel defensivo dejó de tener relevancia y se celebraron en la ciudad unas importantes Cortes.

El siglo XVI supuso para la ciudad una importante pérdida de población debido a la expulsión de los moriscos.

Posteriormente, en la guerra de Sucesión Tarazona fue privilegiada con varios beneficios debido a su posicionamiento en el bando de Felipe V. Pero en el siglo posterior, XVII, la ciudad se empobrece debido a las altas contribuciones que tiene que pagar a la Casa de los Borbones. En la segunda mitad de siglo la ciudad se revitaliza y es la segunda población más grande e importante de Aragón, detrás de Zaragoza.

Comienzo de la industrialización en Tarazona

Así llegamos a la guerra de la Independencia, en la cual las tropas francesas ocuparon la ciudad. Tras dicha guerra la ciudad se ve implicada en un proceso lento de industrialización llegando a construirse numerosas fábricas e industrias. En este mismo periodo Tarazona pierde gran parte de su función administrativa al centralizarse la administración de la provincia en Zaragoza, así se convierte en una pequeña ciudad provinciana.

Ya en los primeros años del siglo XX sufre una gran pérdida de su función comercial y de servicios. Así Tarazona potenciaría su actividad industrial y tras la primera guerra mundial la industria textil. Pero el verdadero auge económico de la ciudad se daría durante la guerra civil que supuso aumento considerable del número de habitantes que se ha estancado desde entonces.

El desarrollo industrial, favorecido por la presencia de relevantes gremios de artesanos, hará que surja un importante núcleo de proletarios, sobre todo gracias a las industrias de fósforos y a las textiles.

El reto actual de la vieja Turiaso

Actualmente, el gran reto de Tarazona es mejorar su situación dentro de los ejes de circulación del Estado, ya que su posición geográfica actual, situada lejos de estos ejes principales, no atrae inversiones empresariales necesarias para el resurgimiento de la ciudad.