10 años desde la reapertura de la Capilla Sixtina

La Catedral de Tarazona, la Capilla Sixtina del Renacimiento español, en Zaragoza, se ha convertido desde su reapertura en la nave capitana del turismo de su comarca. La Catedral genera un impacto directo de 5 millones de euros anuales. Desde la Fundación te contamos la historia de esta joya artística.

Después de haber permanecido durante casi 30 años cerrados y tras un proceso de restauración complicado, el 16 de abril de 2011 se produjo la reapertura de la Catedral Santa María de la Huerta. Aquel día, supuso un reencuentro con el gran templo que se había quedado al margen de la vida de la ciudad, que para las generaciones más jóvenes fue todo un descubrimiento.

El Plan Director presentado en 1996 por los hermanos Fernando e Ignacio Aguerri, contempló una restauración integral de la catedral. Se logró consolidar un edificio que había permanecido cerrado desde los 80 debido a los graves problemas estructurales que presentaba. Las obras comenzaron en la primera década de los 2000 con un fuerte compromiso financiero por parte de instituciones nacionales, regionales, provinciales y locales.

El proceso de restauración ha sido repetidamente aclamado con premios entre los que se encuentra la Placa al Mérito Turístico de Aragón, el Premio Internacional AR&PA de Restauración y Gestión del Patrimonio o el Premio Internacional Europa Nostra.

La nave capitana del turismo comarcal

La reapertura llegaba a una Tarazona especialmente castigada por la crisis económica y la deslocalización de las grandes industrias. Desde el primer momento se tenía claro que la inversión en la restauración tenía que revertir en el territorio. Tras diez años, la catedral ha superado con creces las expectativas que se fijaron durante el proceso de restauración “Ha sido un motor para la zona, como demuestran las cinco millones de impacto económico directo que genera actualmente”, dice Julio Zaldivar, el gerente de la Fundación Tarazona Monumental, gestor del patrimonio de la ciudad.

El impacto económico generado es de 47 millones de euros en Tarazona, de los cuales más de 9 se vinculan a la gestión de la Fundación y 38 millones al gasto generado por los turistas en la ciudad. Durante este tiempo, se ha recibido 437.511 visitantes que proceden del territorio nacional principalmente, con un 4 por ciento de turismo internacional.

capilla tarazona

Una catedral única en Europa

En la Catedral de Tarazona conviven el gótico francés y el mudéjar con elementos renacentistas únicos en Europa. Es una de las joyas artísticas más importantes de Aragón.

En el proceso de la restauración, las pinturas del cimborrio fue una de los grandes descubrimientos y su principal cargo turístico. Es una obra única que introduce novedades solo vistas hasta el momento en la Capilla Sixtina de Roma. “Se trata de grisallas, pinturas en tonos grises imitando esculturas en relieve, en las que predomina la desnudez, colocando a la seo turiasonense en la vanguardia del Renacimiento, de la mano del artista Alonso González, que provocó en su momento todo un escándalo y, en consecuencia, el ostracismo durante siglos” explica Lola Zueco, técnico de la Fundación. Se intuye que pudieron llegar a este templo gracias a la gran influencia artística del italiano Pietro Morone.

Estas escenas del cimborrio representan el camino de la virtud hasta la lujuria. El artista pintó desnudos a gran tamaño de personajes bíblicos como Adán y Eva, Judit y Holofernes, Safira y José, y el arcángel Rafael y Tobías.

Aun con todo, el templo “está inacabado”. Queda por delante la renovación de varias capillas y una intervención más exhaustiva en el claustro para la que el obispo de la Diócesis de Tarazona, Eusebio Hernández, no deja de buscar financiación, tanto pública como privada.